La responsabilidad social es el compromiso, obligación
y deber que poseen los individuos, miembros de una sociedad o
empresa de contribuir voluntariamente para una sociedad más justa y de
proteger el ambiente.
La responsabilidad social puede estar comprendida por
acciones negativas y positivas, es decir, las primeras se refieren a abstenerse
de actuar y las segundas a actuar.
Es llevada a
cabo por un individuo (responsabilidad social individual) o por el personal que
conforma una empresa u organización.
Por ejemplo,
las estrategias de responsabilidad social por parte de un ente gubernamental,
una empresa o una organización, pueden ser la recuperación de espacios públicos
para el disfrute de los vecinos de la comunidad.
Se originó por
la preocupación por parte de los individuos, las autoridades públicas e
instituciones de los daños causados al medio ambiente producto de la actividad
económica.
Debido
a ello es que presionan a los responsables de las empresas a cumplir los
requisitos ambientales y exigen al Estado proclamar leyes ambientales, así como
verificar su aplicación y cumplimiento. Es un concepto normativo, pero no es
obligatorio, es decir, no tiene fuerza de ley.
A pesar de
ello, no se puede dejar de observar, ya que es indispensable que los ciudadanos
tomen una actitud madura y creen conciencia con el medio ambiente y la
sociedad.
El
cumplimiento de la responsabilidad social genera beneficios para la sociedad y
la empresa u organización, ya que aumenta su reputación, fomenta la confianza
pública y mejora la salud de los trabajadores y de los individuos que conforman
la sociedad.
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