El código
de ética de las instituciones y organizaciones es una guía
de principios diseñada para que los miembros de estas se conduzcan de manera
honesta y con integridad.
Este conjunto de directrices institucionales se
utiliza para reducir la vaguedad ética dentro de una organización. De igual
manera, sirven como un medio para reforzar la conducta ética.
En este sentido, son los líderes organizacionales quienes
establecen estos principios basados en valores morales.
Generalmente estos códigos contienen expectativas generales, no
específicas. Por tanto, al reducir la vaguedad ayudan a disminuir la carga de
la toma de decisiones éticas con respecto a las áreas grises.
1- Definen derechos y deberes
Un código de ética comienza con la definición de los
principios en los que se basa, estableciendo dos ejes normativos: derechos y
deberes.
Cuando se definen los derechos, el código de ética cumple
la función de delinear el perfil de los miembros del grupo. Entre tanto,
al definir los deberes determina los parámetros de conducta de todo el grupo.
2- Establecen estándares, principios y reglas
Los códigos de ética pueden definir estándares, determinar
principios y prescribir reglas. Es preciso hacer una distinción entre
estos conceptos para comprender el alcance de este tipo de códigos.
Los estándares guían la conducta humana. Estos delinean los
rasgos deseables, que deben ser exhibidos; y los indeseables, que deben ser
evitados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario